Crisis en los Modelos de Desarrollo y Nuevos Modelos
Paradigmáticos
La crisis de los modelos del mundo de hoy, están cargados de desafíos y retos en este sentido, se deben canalizar los esfuerzos entre los entes tanto a nivel internacional como a nivel nacional para adecuarse, adaptarse y ajustarse a cada uno de los fenómenos y las incertidumbres con el propósito de abordar y buscar el beneficio del colectivo global.
En ese sentido, Georgieva[1] (2022), señala que, por primera vez en muchos años, la
inflación es un peligro claro y presente para muchos países de todas las
regiones. Constituye un enorme revés para la recuperación mundial.
En términos económicos, el crecimiento disminuye y la
inflación aumenta. En términos humanos, los ingresos de las personas disminuyen
y las penurias aumentan porque el poder adquisitivo disminuye para todos los
servicios y sectores.
La crisis de los modelos, y la capacidad para enfrentarla se ven complicadas por otros riesgos y factores como: a) la fragmentación de la economía mundial en bloques geopolíticos, con diferentes normas comerciales; b) tecnológicas, sistemas de pagos y monedas de reserva.
La inflación representa una amenaza para la estabilidad financiera y un impuesto para el ciudadano que lucha por llegar a fin de mes. En muchos países (entre ellos el nuestro Venezuela) se ha transformado en un apremiante motivo de preocupación y existe un riesgo creciente de que las expectativas inflacionarias se desaten, con lo cual la inflación podría arraigarse y ser más difícil de controlar.
Adicionalmente, Georgieva (2022), también dice que las economías emergentes y en desarrollo enfrentan también el riesgo de posibles efectos derivados del endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas, manifestado no solo en el aumento de los costos de la deuda, sino también en el riesgo de salidas de capital.
Para hacer frente a estos retos, los países deberían
estar preparados para recurrir a todas las herramientas de las que disponen,
desde: 1) prolongación de los vencimientos de las deudas, 2) el uso de la
flexibilidad cambiaria, 3) intervenciones en los mercados de divisas, 4) medidas
de gestión de los flujos de capital.
En suma, las herramientas que funcionan a nivel nacional
tienen que ir acompañadas de iniciativas internacionales ideadas para ayudar a
las economías a atravesar el ciclo de endurecimiento monetario.
Finalmente, otra tarea de igual importancia para la
seguridad económica es la de encarar la inflación en todos los países.
Georgieva,
Kristalina (2022), Fondo Monetario Internacional. Una crisis tras otra: Cómo puede responder el
mundo. Washington, DC.