El cambio se enfoca al ámbito
organizacional y al punto de vista humano, puesto que el cambio es consecuencia
del aprendizaje, quienes cambian son las personas a raíz de su accionar, y este
trae repercusión en las organizaciones donde estos prestan servicios. El cambio
también representa transformación, variación y sustitución de las
características de una organización en su conjunto o en alguna parte de
ella.
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia
Española (RAE) (2020), el cambio tiene diversas connotaciones desde el ámbito
que nos ocupa, puede ser: acción y efecto de cambiar, transformación, adaptación,
modificación, revitalización, oportunidad, evolución y renovación.
En una organización, todo cambio
representa cierta modificación en las actitudes cotidianas, en las relaciones
laborales, en las responsabilidades, hábitos y comportamientos de las personas
que conforman la fuerza laboral de la organización.
La gestión del cambio, es
considerado a saber: a) una herramienta de dirección que permite planear
adaptaciones, transformaciones, para obtener provecho de fuerzas y factores
positivos o negativos que pueden ayudar o impedir los procesos de adaptación y
ajuste en el ámbito empresarial, b) impulsa los procesos de transformaciones y
revitalización de los ambientes internos y externos, c) transforman personas y
organizaciones, d) promueven cambios en función a la realidad y necesidad
empresarial.
En fin, gestionar el cambio significa
guiar, orientar, modificar y monitorear un proceso de cambio en una situación
organizacional.
En los actuales momentos la gestión del cambio
es de suma importancia, pues el mundo se caracteriza por el cambio. El cambio
gira alrededor de los individuos, en si todo cambia a una velocidad que ni
cuenta nos damos en el mundo en que vivimos.
La gestión del cambio, enfocada de manera
efectiva representa crecimiento, revitalización, mejora con repercusión
importante en el entorno organizacional, laboral y personal.